martes, 4 de octubre de 2011

"Se reinicia la minicorrida cambiaria y el Central tiene pocas reservas"

https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/293447_216867045039502_178887795504094_625035_1939846118_n.jpg Entre el jueves y el viernes pasado, el BCRA vendió 300 millones de dólares y se calcula que un 60% de esas compras correspondía a compradores minoristas, a los cuales, en la jerga del mercado, se los llama “la gilada”. Sin embargo, este término despectivo esconde una realidad distinta. Es sabido que cuando el público masivo decide dolarizarse el peligro es inminente y más teniendo en cuenta que en la semana pasada la soja bajó de 530 dólares la tonelada en Chicago a menos de 500 dólares el viernes pasado. Y que el real se cotizó a 1,736 por dólar, cuando hace 15 días estaba a 1,55. Todos estos síntomas transmiten la sensación de que se estaría formando una tormenta perfecta. Es que el déficit fiscal de nuestro país, sin recurrir al Central y la ANSES, es de U$S 10.000 millones y el superávit comercial bajará apenas de los U$S 10.000. A su vez, el déficit energético, que este año llegará a los U$S 3.000 millones, el año próximo será de U$S 8.000 millones, lo que afecta seriamente el superávit comercial.

Cómo prevenir
De ahí que los operadores de mercado y la gente común se estén dando cuenta de que existe un atraso cambiario importante y que parte de los problemas descriptos se solucionarían con un dólar competitivo de $6, como sostiene con criterio desarrollista Eduardo Curia, un economista muy cercano al kirchnerismo.

Por otra parte, es justamente el triunfo del cristinismo, que está asegurado para el 23-o, la principal causa de la fuga de capitales y la dolarización de los portafolios. La ya anunciada y remanida idea del pacto social entre el gobierno, empresarios y sindicalistas no será suficiente con una pauta de precios y salarios que no pase del 15 o 20%. Por otra parte, que se quiten algunos subsidios no es una señal suficiente para los que compran dólares, que ven una inflación del 25% y una devaluación de sólo el 7%. Además, la posible salida a los mercados voluntarios de crédito, es decir, endeudarse para mantener clavado el tipo de cambio, es una historia conocida que siempre terminó mal.

¿Se puede evitar la tormenta perfecta? Sería posible si se dejaran de rifar las reservas del BCRA para mantener la paridad en 4,24, cuando el dólar blue y el “contado con liqui” se venden a 4,50. Estas cotizaciones subirán cada vez más si el gobierno no despeja ya la incertidumbre económica cuando ya hay certidumbre política. Da la impresión de que no habrá anuncios, por lo menos hasta el 24-o. Esta fecha puede ser tarde. O bien, que los anuncios no satisfagan a los que se dolarizan por si acaso.

Por Guillermo Cherashny para el Informador Público
Fuente: http://www.informadorpublico.com/1111392.html

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