La agrupación kirchnerista sumó a sus actividades tareas con alumnos y maestros del ciclo básico. Pintan escuelas y participan en charlas en las que defienden ideas centrales del “modelo” del gobierno.
Por Mariano Confalonieri 18/09/11 - 01:04Pintados. "Florecen 1000 flores, pintamos 1000 escuelas" es el lema bajo el cual La Cámpora se vinculó a colegios de todo el país para bajar su mensaje a distintos sectores sociales.
—¿Querés militar en La Cámpora?
—¿Cómo sería?
—Ir a pintar escuelas y participar de algunas charlas.
La conversación podría haber sucedido en cualquier esquina porteña. En la provincia de Buenos Aires. En el interior del país. La escena podría haber sido protagonizada por dos jóvenes veinteañeros, en pleno entusiasmo por las políticas y el discurso progresista que se fortaleció con el triunfo kirchnerista en las primarias.
Pero el diálogo real sucedió entre un chico de primer año del secundario y otro de quinto grado del primario hace algunas semanas en una EGB de una ciudad del Gran Buenos Aires. El de 12 años le proponía al de 11 integrarse a las filas de la agrupación juvenil que hoy comanda el primogénito presidencial, Máximo Kirchner. Otro niño de 9 años suele participar también de actividades organizadas desde la cúpula de la organización K.
Lo que podría bautizarse como “La Cámpora Kids” es una realidad. Parte de la base para incorporar las almas infantiles a actividades sociales surgió con el programa “Florecen 1000 flores, pintamos 1000 escuelas” que se ejecutó en dos etapas en todo el país, con recursos del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y de las direcciones de la juventud de cada provincia. A cada escuela a pintar, el Gobierno le otorgaba 15 mil pesos para la adquisición de materiales y otros 3.500 pesos para viandas. La tarea noble de reparar escuelas y que implica que algunos que más tienen arreglen los colegios que utilizan los que menos tienen se hacía organizada por el Ejecutivo, pero capitalizada políticamente por La Cámpora y las organizaciones juveniles afines al kirchnerismo. De hecho, parte de la actividad consistía en asistir a charlas en las que se les hablaba a los alumnos de las políticas emblemáticas del Ejecutivo, como la Asignación Universal y el DNI.
Desde la dirección de políticas juveniles de Salto se convocó, por ejemplo, a los alumnos a “participar, contribuyendo a su organización en torno a objetivos colectivos y propiciar su participación activa en acciones que generen bienestar a toda la institución.
Esto favorece su posicionamiento como sujetos capaces de intervenir y modificar la realidad circundante”. La convocatoria, que se hizo a través de la web, añade que para promover dicha participación se propuso la realización de las jornadas solidarias denominadas “Campañas nacionales juveniles Néstor Kirchner”. “Las escuelas poseen tarjetas Ticket Nación y se les ha depositado $ 15.000 para gastos de materiales y en los próximos días se les depositará a las cuentas de las Cooperadoras la suma de $ 3.500 para gastos de viandas. Las acciones a realizar son: pintura de paredes y aberturas, charlas para los adolescentes y padres de la comunidad sobre DNI, Asignación Universal por Hijo, Adolescencia y cuidado del cuerpo”, expresa en la web de Salto, donde aparece el afiche con la imagen del Néstornauta.
Para muchos padres, la incorporación de los niños a las actividades militantes es positiva, porque pueden hacer beneficencia en lugar de estar pegados “a la play station” todo el día y tomar dimensión de los problemas “que otros padecen”.
En varias de las actividades los militantes con las remeras de La Cámpora aparecen junto a los chicos haciendo la V peronista. “No es nada grave, al contrario. Yo le doy la posibilidad a mi hijo de elegir”, contó a PERFIL la madre de uno de los chicos que fue convocado para estas actividades. Un padre añadió: “En todo caso si me parece que en lo que se va a meter es en algo malo no le permito ir”. Uno de los jóvenes que participó de las jornadas contó en uno de los portales de La Cámpora: “Cuando me contaron la idea, quise sumarme enseguida. Si bien cuando hay voluntad no importa el medio, comenzar las clases con una escuela en buenas condiciones hace que te den más ganas de estudiar”.
Las jornadas de pintura se desarrollaron en febrero y julio. Los chicos del primario y secundario de distintos lugares del país están organizando otra, posiblemente, para ejecutar el año que viene. “Juntemosnos para organizar algo para el año que viene”, le propuso el joven de 12 al chico de 11 años cuando lo invitó a sumarse.
Con “Florecen 1000 flores, pintamos 1000 escuelas” se repararon y pintaron establecimientos en todo el país, sobre todo en pueblos carenciados, donde los chicos suelen necesitar de mejores condiciones para estudiar. A los opositores al Gobierno la incorporación de chicos a la militancia podrá parecerle polémica, a muchos otros no. En los ‘70 la militancia quizás no llegaba al primario, pero arrancaba en el secundario.
Debut y derrotas universitarias.
La semana pasada se realizaron elecciones en la mayoría de las facultades de la UBA, donde se eligieron las conducciones de los centros de estudiantes y consejos directivos. La votación adquirió especial relevancia porque La Cámpora jugó fuerte. La agrupación kirchnerista no logró ningún triunfo, aunque evidenció un crecimiento en algunas facultades. Desde la izquierda, en tanto, lo definieron como “el fracaso del kirchnerismo”.La importancia para la organización fue tal que sus principales referentes, como Andrés Larroque, Mariano Recalde, Juan Cabandié e incluso el propio Máximo Kirchner, fueron vistos en distintas sedes, siguiendo de cerca los comicios. En Sociales es donde aparecían con más chances, pero finalmente el centro quedó para la alianza de izquierda La Juntada, con 32%, contra 27% de los K. Allí también jugaron fuerte para imponer a una nueva directora en Ciencia Política, aunque al cierre de esta edición no lo conseguían. La Cámpora también quedó segunda en Derecho y tercera en Económicas , Medicina, Farmacia y Filosofía y Letras. En Psicología, Ingeniería y Agronomía, en tanto, se debió conformar con el cuarto lugar. En la mayoría de los centros la izquierda volvió a ratificar su poderío, excepto en Económicas y Derecho
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