Transparencia Internacional (TI) con su presidente Jesús Lizcano Álvarez, una organización que, además de medir el impacto de la problemática, promueve la lucha contra la corrupción entre los gobiernos de todo el mundo.
Al respecto, el Índice de Corrupción elaborado por TI no deja muy bien parada a Argentina: según el informe del último año, sobre 178 países relevados, Argentina ocupa el lugar 105. Para dar mayor validez al dato, en un scoring se le asigna 2,9 puntos sobre el óptimo 10.
Ambos valores se apoyan en una serie de encuestas a los ciudadanos de cada país, para captar su percepción sobre el problema.Por ejemplo, 4 de cada 10 consultados por la organización civil Poder Ciudadano (representante en Argentina de Transparencia Internacional) consideran a los partidos políticos como “corruptos” o “muy corruptos”.
Muy cerca aparecen el Poder Legislativo y la policía. Si de formas se trata, en sus fundamentos TI tiene en cuenta las comisiones, los “obsequios ilegales” y abusos de funcionarios.
De coimas y otras yerbas
Otro de los análisis periódicos es el Barómetro Global, que detalla los sectores menos transparentes o con un mayor nivel de corrupción a partir de una muestra de 92 mil personas entre 86 países.
Se ponderan al menos 11 sectores, a partir de preguntas como: ¿Tuvo durante el último año una experiencia relacionada con sobornos? o ¿Considera que las acciones del Gobierno para asegurar la transparencia son eficaces?
Las respuestas al primer punto dejan números contundentes: en los países de América Latina, 2 de cada 10 personas aseguran haber pagado sobornos durante el último año, sobre todo a personal policial o en trámites administrativos.
En el sector público, con los Parlamentos a la cabeza, y, en el sector privado, el rubro de la construcción, el petróleo y la minería, son observados como los más irregulares. Entre los argentinos, un 60% de los consultados cree que la corrupción aumentó.
A nivel internacional, el diagnóstico señala que la conducta de los países deja bastante que desear: un 74% resultó desaprobado por TI en 2010. Entre continentes hay una polarización; mientras la Unión Europea concentra el mejor comportamiento (22 países aprobados contra 8), en el continente americano es exactamente a la inversa. En Sudamérica, Chile y Uruguay son la contracara de Argentina.
“Agujeros negros” y medidas
Mirar la situación actual de España es reconocer circunstancias familiares a las de Mendoza. En ése sentido, Jesús Lizcano Álvarez, catedrático de la Universidad de Madrid y titular de TI España, califica a la gestión del agua, junto a la información económica y financiera, como verdaderos “agujeros negros”.
Demasiado cercano al caso del Departamento General de Irrigación mendocino, y a las denuncias que salpican a su conducción por el manejo de los derechos de riego en la provincia, a la espera de definiciones.
En líneas generales, el diagnóstico de la ONG con sede en Berlín establece una “fuerte relación entre corrupción y pobreza”, y un vínculo inversamente proporcional con la libertad de prensa. Para el experto madrileño, “hay que agilizar los trámites administrativos, porque suelen ser un semillero de corrupción”.
A la hora de las iniciativas para combatirla, desde Transparencia fomentan entre los gobiernos una modificación de cada Código Penal, tendiente a adaptar disposiciones consagradas por la Convención de Naciones Unidas.
Algunas de ellas apuntan a penalizaciones, cooperación internacional, recuperación de activos y asistencia técnica entre los países firmantes.
Actualmente, de los 143 países firmantes, 131 ya le dieron ratificación parlamentaria. 28 de agosto de 2011
http://www.losandes.com.ar/not
EL CASO TRIACA ES UN ACTO DE CORRUPCIÓN. SERVIRSE DE UN CARGO EN BENEFICIO PERSONAL O DE TERCEROS
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