Quién puede explicar que una nación exportadora de alimentos, albergue en su seno a dos millones de hambrientos?
ALFONSO ROJO
Día 20/10/2011
No gano para sustos. Cuando no es un el intercambio de un soldado israelí por 1.027 terroristas palestinos, son los kurdos montando gresca en Turquía y si no se desploman los mercados, los facinerosos islámicos secuestran a unas cooperantes españolas en África. Hoy le toca a Argentina.
Leyendo, en estas mismas páginas, las crónicas que manda Carmen de Carlos, no hay día que no se me encoja el alma y hoy la tengo en un puño. Dicen que la economía va como un tiro, que los finqueros de la Pampa pasean en Porsche Cayenne y que la voracidad de los chinos por la soja ha hecho millonarios a montones, pero en el fondo nada ha cambiado nada. Ni siquiera los nombres.
Argentina no es Honduras, Bolivia o Venezuela. La inmensa mayoría de sus casi 40 millones de habitantes es de origen europeo. Cuenta con la tierra más feraz del planeta, petróleo a manta y mares ricos en pescado. Tiene tres Nobel en Ciencias, dos en la Paz y no recibió el de Literatura porque los progres pusieron a Borges en la lista negra. Además de eso, ha ganado dos veces el Mundial de Fútbol, triunfa en deportes como tenis o rugby, cosecha Óscars de cine, triunfa en producción televisiva y genera artistas geniales.
¿Cómo es posible entonces que la cuarta parte de su población viva en la pobreza? ¿Quién puede explicar que una nación exportadora de alimentos, albergue en su seno a dos millones de hambrientos?
Y casi más importante que todo eso: ¿Cómo puede estar a punto de reelegir presidenta a una paisana como Cristina Kirchner?
Hace bastantes décadas, el semanario «New Statesman» abrió su portada con un titular de impacto: «El fracaso de Argentina como nación es el mayor misterio político del siglo XX». Tal como se perfila el panorama, yo diría que va a ser también el mayor misterio del siglo XXI.
http://www.abc.es/20111020/int
ALFONSO ROJODía 20/10/2011
No gano para sustos. Cuando no es un el intercambio de un soldado israelí por 1.027 terroristas palestinos, son los kurdos montando gresca en Turquía y si no se desploman los mercados, los facinerosos islámicos secuestran a unas cooperantes españolas en África. Hoy le toca a Argentina.
Leyendo, en estas mismas páginas, las crónicas que manda Carmen de Carlos, no hay día que no se me encoja el alma y hoy la tengo en un puño. Dicen que la economía va como un tiro, que los finqueros de la Pampa pasean en Porsche Cayenne y que la voracidad de los chinos por la soja ha hecho millonarios a montones, pero en el fondo nada ha cambiado nada. Ni siquiera los nombres.
Argentina no es Honduras, Bolivia o Venezuela. La inmensa mayoría de sus casi 40 millones de habitantes es de origen europeo. Cuenta con la tierra más feraz del planeta, petróleo a manta y mares ricos en pescado. Tiene tres Nobel en Ciencias, dos en la Paz y no recibió el de Literatura porque los progres pusieron a Borges en la lista negra. Además de eso, ha ganado dos veces el Mundial de Fútbol, triunfa en deportes como tenis o rugby, cosecha Óscars de cine, triunfa en producción televisiva y genera artistas geniales.
¿Cómo es posible entonces que la cuarta parte de su población viva en la pobreza? ¿Quién puede explicar que una nación exportadora de alimentos, albergue en su seno a dos millones de hambrientos?
Y casi más importante que todo eso: ¿Cómo puede estar a punto de reelegir presidenta a una paisana como Cristina Kirchner?
Hace bastantes décadas, el semanario «New Statesman» abrió su portada con un titular de impacto: «El fracaso de Argentina como nación es el mayor misterio político del siglo XX». Tal como se perfila el panorama, yo diría que va a ser también el mayor misterio del siglo XXI.
http://www.abc.es/20111020/int
No hay comentarios:
Publicar un comentario