sábado, 3 de septiembre de 2011

El acuerdo secreto que cerraron Cristina y De la Sota

El acuerdo secreto que cerraron Cristina y De la Sota | lapoliticaonline.com

A cambio del apoyo para los comicios del 7 de agosto, pero sobre todo por las garantías de gobernabilidad que puede brindar la Casa Rosada a través de la financiación, José Manuel De la Sota se comprometió a bajar su lista de diputados nacionales, que encabeza Carlos Caserio. Aún se debate si la Rosada mandará un funcionario para celebrar un eventual triunfo.
La Politica Online  |  28.07.2011 14:56:00

El acuerdo secreto que cerraron Cristina y De la Sota
De la Sota y Schiaretti
Las negociaciones en Córdoba fueron, sin duda, de las más complicadas para Cristina Kirchner. Pero finalmente, según pudo saber La Política Online, la Casa Rosada y el PJ de esa provincia llegaron a un acuerdo. Eso explica que, a pocos días de los comicios que definirán al sucesor de Juan Schiaretti, los dirigentes del kirchnerismo local hayan salido a respaldar a José Manuel De la Sota, en lo que constituye un giro de 180 grados en la estrategia.

Fabián Francioni, intendente de Leones y primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria, aseguró que los que dicen que el kirchnerismo será "prescindente" en las elecciones para gobernador "hablan a título personal". "Todo el peronismo kirchnerista va a apoyar a De la Sota el 7 de agosto, y él va a acompañar a Cristina en las elecciones del 14 de agosto y el 23 de octubre", manifestó.

Sus expresiones, que se repitieron en los últimos días, están en línea con el resto de los integrantes de la lista K: Nora Bedano y Mónica Gutiérrez ya expresaron su apoyo al "Gallego". Bedano, de hecho, es la mujer de Eduardo Accastello, quien obtuvo la reelección en Villa María con la boleta de Unión por Córdoba.

Según pudo averiguar LPO, las conversaciones las llevaron a cabo Carlos Zannini y Julio De Vido directamente con De la Sota. A cambio del acompañamiento K, pero sobre todo de las garantías de gobernabilidad que puede brindar la Casa Rosada a través de la financiación, el Gallego se comprometió a bajar su lista de diputados nacionales -que encabeza Carlos Caserio-.

De este modo, las autoridades del Partido Justicialista darían la orden de suspender sus postulaciones el 8 de agosto, un día después de las elecciones provinciales que, según las encuestas, lidera el candidato peronista con más de 5 puntos de distancia de su seguidor más próximo.

El acuerdo se selló hace más de una semana en el más profundo de los silencios. Pero las conversaciones continúan. Es que todavía quedan pendientes algunas cuestiones por definir. No está claro, por ejemplo, si la Casa Rosada mandará a un funcionario para celebrar una posible victoria del cordobés, como hizo con Lucía Corpacci o incluso con Fabiana Ríos.

Otra posibilidad es que pasado el fervor de la -hipotética- victoria, De la Sota viaje a la Casa Rosada para sacarse una foto con Cristina. En ese caso, sólo ocurriría una vez que Unión por Córdoba haya dado de baja su lista de diputados nacionales. No es un rasgo novedoso: la desconfianza siempre estuvo presente en las tensas negociaciones entre los operadores K y el PJ de Córdoba.
Francioni, principio y final del conflicto

La guerra quedó abiertamente declarada cuando De la Sota -en sintonía con Schiaretti- rechazó llevar un vice K en su fórmula. Fabián Francioni había sido sugerido por Zannini, pero fue vetado desde Córdoba. El "Gallego" se comunicó con el intendente de Leones y le dijo que si tuviese que elegir a un dirigente kirchnerista, lo eligiría a él, pero que evitaría a toda costa llevar a un cristinista en su fórmula.

"A mí nadie me va a imponer nada después de una vida en el peronismo", le había dicho a sus allegados, casi como un grito de guerra. Y finalmente lo consiguió: en su lugar, logró ubicar a Alicia Pregno, muy resistida en el kirchnerismo por su militancia a favor del campo en pleno conflicto de la 125. Pero el ex gobernador se impuso en todo el armado provincial, y también se quedó con la última palabra en torno a los legisladores.

Se trató de una victoria política del cordobés. "Pero lo consiguió en base a la promesa de aceptar que sea la Presidenta quien defina las postulaciones de los diputados nacionales", explicaron fuentes del kirchnerismo. Se sabe que una de las máximas preocupaciones de Cristina era conseguir un bloque homogéneo y sobre todo leal para el Congreso.

Un día antes de la inscripción de las alianzas, sin embargo, De la Sota cambió de opinión y exigió dos lugares para sus hombres. Uno de ellos sería para Carlos Caserio, ministro de Gobierno de Schiaretti y presidente del PJ provincial. Así, volvieron a hundirse las esperanzas de un peronismo unificado en Córdoba: cada uno presentó su propia lista. Francioni como cabeza del FPV y Caserio de Unión por Córdoba.

La represalia de la Rosada no tardó en llegar: el apoderado del PJ, Jorge Landau, presentó un escrito ante la Justicia Electoral en el que oficializó que en esa provincia sólo el Frente para la Victoria podría colgarse de la candidatura de Cristina, dejando "huérfana" a la de Unión por Córdoba.

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